
Esta semana, después de alcanzar el precio de 347,35 el 10 de diciembre, el precio se mantuvo igual el resto de días, por lo que los inversores guardaron silencio, como si escucharan al perro de al lado.
Creo que todos sintieron lo mismo acerca de la situación en la que podían comprar y vender con una sensación de seguridad, un cambio total con respecto a los violentos altibajos de la semana anterior.
Espero con ansias los acontecimientos futuros, ¡pero esta semana ha sido una semana feliz con condiciones de mercado tranquilas!

