El mercado de la semana pasada estuvo un poco deslucido...

Cuando salí a caminar, me encontré con más perros de lo habitual, pero fue una semana en la que me sentí ansioso porque a mi perro lo tiraban demasiado fuerte de mi correa.
Específicamente, comencé con un precio ligeramente más alto, pero el precio fue bajando gradualmente y sentí como si alguien me hubiera robado mi hueso favorito.
Si observamos la tendencia del día 21 en particular, comenzó en 252,10 el primer día, pero cayó aún más hasta 249,00 el día 22.
Aunque movía la cola, sentí un poco de ansiedad creciendo en mi corazón.
Hubo pequeños altibajos a partir de ese momento, pero en general no podía evitar la sensación de que se había desplomado, como un perro sin energía.

Sin embargo, creo que lo único que lo salvó fue que repuntó un poco a 247,70 al final de la semana.
Bueno, no siempre son días soleados, ¡así que espero con ansias otra nueva semana!